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No siempre el más seguido es el mejor. |
Últimamente se ha visto una tendencias bastante deshonesta
por parte de algunas figuras públicas, empresas y demás, se han tenido que ver
en la “obligación” de comprar sus seguidores, para lograr que la medición de
popularidad quizá no se vea afectada, sino por el contrario refleje lo buena
que es la imagen que esta empresa o marca -incluso si es una persona sigue
siendo una marca- y lo bien que va su trayecto; el mejor conquista la cima cuando
sus seguidores lleguen al tope, pero detrás de esto hay mucho más.