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| No siempre el más seguido es el mejor. |
Últimamente se ha visto una tendencias bastante deshonesta
por parte de algunas figuras públicas, empresas y demás, se han tenido que ver
en la “obligación” de comprar sus seguidores, para lograr que la medición de
popularidad quizá no se vea afectada, sino por el contrario refleje lo buena
que es la imagen que esta empresa o marca -incluso si es una persona sigue
siendo una marca- y lo bien que va su trayecto; el mejor conquista la cima cuando
sus seguidores lleguen al tope, pero detrás de esto hay mucho más.
En el presente no se hablará de la problemática que
compromete el comprar seguidores, es un tema interesante, pero prefiero abordar
la falta de calidad que esta situación supone y por supuesto el mal trabajo que
los Community Manager hacen para llegar a tal instancia.
Pues bien, por ahí dicen algunas personas con un ego muy
grande “El que es bueno es bueno” de ahí no se puede mirar más allá y en este
caso estoy completamente de acuerdo, esto aplica desde el más mínimo producto
hasta la más grande marca o multinacional, si el producto o servicio es bueno
las estrategias de mercadeo y publicidad, más la gestión en redes sociales y
demás solo apoyan e impulsan aún más ese producto y la empresa, por el
contrario si el bien o servicio es malo, las estrategias serán creadas
simplemente para revivir a diario el pobre servicio que se presta, sin
mencionar que el voz a voz es una promoción espontánea tan poderosa que podrá
tumbar la mejor estrategia.
Las empresas se pelean por conseguir seguidores y aún más
fidelizarlos, parte de esta responsabilidad la tienen los Community Manager, buscar, investigar,
crear contenidos, mejorar la imagen de la empresa, conseguir seguidores, tal
parece que para algunas empresas también comprarlos es válido.
La pregunta es ¿Sirve de algo? La respuesta es no, un
rotundo no y no porque sea desleal, sino porque las personas se decepcionan y
un cliente perdido puede llegar a ser una comunidad entera, los seguidores se
ganan con buenos contenidos, de nada sirve si en el caso de redes sociales,
creas un mensaje para tres mil seguidores, que en realidad lo leen mil, porque
son los únicos seguidores que tienen; por un lado ni el mensaje es efectivo ni
el canal está siendo bien utilizado.
Incluso algunas personas recurren a Bots para crear cuentas
falsas, es un caso bastante deprimente, en un mundo tan innovador como el
actual. Esta tendencia crece según estudios, les comparto uno que se hizo
público en el canal CNN donde entrevistan a Roberto Aranciabia, un experto en
redes sociales.
Detrás de todo esto es triste que la labor de un Community
Manager sea desvalorado, porque si eso fuera necesario entonces la labor de
dichos profesionales no tendrían sentido.
Los seguidores no solo deben ser reales –eso debería ser
obvio- sino que deben ser fieles y los contenidos de los mensajes deben tener
como uno de sus objetivos precisamente fidelizar, sin mencionar el aspecto tan
importante que permiten las redes sociales y el Internet, la interactividad, ¿para
qué seguidores falsos si no hay con quién interactuar?, ¿para qué la marca va a
estar presente, si no hay quién la mire ni quién aprenda de ella?, no olvidemos
que lo importante es comunicar, escuchar, hablar, conversar, interactuar, el
famoso Feedback y eso se hace por medio de un mensaje bien creado y pensado,
conociendo el público, mejorando los procesos de la empresa y sus relaciones,
porque no solo es hacer que la marca se vea perfecta, sino que aquello de lo
que tanto se alardea sea real, una vez más volviendo a la ética corporativa.
Así pues la conclusión es simple, la calidad una vez más le
gana a la cantidad, si una empresa es buena su reputación será buena y el
Community Manager debe lograr que sea mejor, las estrategias se crearán para
optimizar y mejorar, y no para tratar de enganchar sin ningún trasfondo real a
miles de seguidores, la objetividad es simple, y bien lo dijo el entrevistador
en el anterior video, las empresas deben:
"preocuparse más bien, del tipo de gente que los siguen que tener muchísimos".
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